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Apple, los iPhones y sus baterías

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Polemica bateria iPhone

Imagen de Ifixit

Raro es que alguna polémica no salpique a Apple sobre lo que hace o deja de hacer, pero más raro es ver cómo Apple se disculpa públicamente por la falta de comunicación y transparencia de la compañía. Sí, estamos hablando del problema de rendimiento de los iPhones más antiguos que tienen una batería en mal estado.

Apple ha hecho pública una extensa carta hablando de la polémica que ha rodeado a la compañía, aclarando puntos, explicando conceptos y tomando una decisión que afecta a los usuarios detrás del problema.

Empecemos por el principio, seguro que os habéis enterado, pero vamos a hacer un breve repaso de lo sucedido junto a las aclaraciones de Apple:

Algunos usuarios de iPhones antiguos (todos los modelos anteriores al iPhone 6s, incluido), observaron como con iOS 11 su iPhone se volvía lento, extremadamente lento. Las especulaciones iniciales hablaban de que Apple lo hacía porque quería potenciar la venta de nuevos iPhones. Pero no era así, cuando el problema tuvo más repercusión se confirmó que Apple había ralentizado esos dispositivos a propósito pero lo hizo debido a que los teléfonos afectados tenían la batería muy degradada.

Técnicamente hablando, la batería de los iPhones se había degradado mucho, haciendo que la entrega de energía al teléfono fuese mucho menor de lo esperado y muy irregular. Esto provocaba que algunos usuarios sufriesen caídas del nivel de la batería muy elevadas, que el teléfono se apagase de golpe o situaciones similares en las que el iPhone no se comportaba como debía.

No hace falta decir que creemos que los apagones repentinos son inaceptables. No queremos que ninguno de nuestros usuarios pierda una llamada, no pueda tomar una foto a tiempo o que cualquier otra parte de la experiencia de su iPhone se vea interrumpida si podemos evitarlo.

Para evitar estas situaciones, hace un año Apple introdujo en la versión 10.2.1 de iOS una modificación que permitía reducir la velocidad de reloj del procesador para que consumiese menos y así conseguir una versión más estable, aunque mucho menos potente del iPhone.

En el momento del lanzamiento, el impacto de esta actualización no se notó tanto debido a que el número de dispositivos con la batería degradada era muy inferior al de ahora. El problema ha estado en que esos usuarios han aumentado y mucha más gente se ha visto afectada. Eso, junto a una mala comunicación por parte de Apple, ha llevado a este gran lío.

Parte del problema reside en la comunicación de Apple para con sus usuarios, ahora todo está mucho más claro y justificado, pero cronológicamente hablando ha habido cierta incertidumbre y la falta de transparencia por parte de Apple ha llevado a un malestar general. Este ha sido el orden de los sucesos:

  1. Usuarios se percatan del problema y empiezan a especular sobre que Apple está ralentizando los dispositivos antiguos para generar más ventas. Esto ocurre porque no hay ningún tipo de información.
  2. La noticia empieza a extenderse y empieza a afectar negativamente a Apple.
  3. Apple sale con una escueta explicación acerca de que eso sólo ocurre con dispositivos que tienen la batería degradada. El comunicado no solo no es suficiente, sino que además no trata de luchar contra la mala imagen que se está formando acerca de la acusación de obsolescencia programada.
  4. Como la explicación es muy escueta, corren ríos de tinta que afectan aún más a la imagen de la empresa.
  5. Apple se ve obligada a publicar una carta mucho más extensa explicando porqué ocurre esto, porqué se tomó la decisión, una disculpa pública por la falta de transparencia y el remedio a este malentendido.

La solución de Apple

Apple Store Sydney

Imagen de Distan Batch

La carta no solo aporta la explicación técnica y una disculpa pública, también han tomado una serie de decisiones que nos afectan como usuarios.

La primera y más relevante, el precio por cambiar una batería degradada se ha reducido notablemente. De los 89€ que costaba pasa a valer 29€, de esta forma, cualquier usuario puede pasar por el servicio técnico oficial y sustituir la batería afectada para que la velocidad de su terminal vuelva a ser la normal. Gracias a esta medida, no es necesario recurrir a servicios no oficiales más baratos, garantizando así que la experiencia de usuario se mantiene intacta porque el único que manipula el terminal es Apple.

La segunda, a principios de 2018 se lanzará una actualización de iOS que brindará más información sobre el estado de vida de las baterías con el objetivo de que el usuario final sepa en todo momento cómo está la capacidad de su batería y cómo afecta esta al rendimiento de su teléfono.

La tercera, Apple seguirá haciendo todo lo posible porque la experiencia del iPhone sea continua, aunque lenta. Con esto confirman que hicieron lo correcto al limitar la velocidad del procesador y que seguirán haciéndolo porque para ellos es más importante que el hecho de que el teléfono vaya rápido. Eso sí, gracias a las dos primeras decisiones el usuario sabrá en todo momento porqué el teléfono va lento y podrá solucionarlo de una forma muy económica.


iPhone actualizando a iOS 9

Este es el mejor ejemplo de que la comunicación y transparencia para con tus usuarios debe ser una prioridad importante en cualquier punto.

Una vez llegados al final de la polémica, hemos visto que Apple ha actuado bien al reducir el precio para que los usuarios afectados puedan volver a recuperar la velocidad de su iPhone con una nueva batería, pero esperemos que en el futuro aprendan y la comunicación sea más fluida.

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Pablo es la persona detrás de MacSfera, le apasiona la tecnología y adora Internet. Le gusta hablar de dispositivos y aplicaciones con un punto de vista personal y variado.